Nightfall by Penelope Douglas

autor:Penelope Douglas
La lengua: eng
Format: epub

Capítulo 23

Emory

Presente

Aydin salió de mi habitación, diciéndome que la cena era en una hora, cortesía de Taylor. Estaba bastante segura de que no quería comer ni beber nada de ese tipo, pero dijo que se me serviría primera. Supongo que eso significaba que si quería que los chicos comieran, tenía que aparecer.

Asentí, mantuve la boca cerrada y cerré la puerta sin que la silla la asegurara esta vez. Si alguien entraba en mi habitación, solo pensarían que me había ido y no me habían visto.

Al volver al pasadizo secreto, cerré cuidadosamente la pintura y me puse en cuclillas, buscando en la bolsa de lona que Alex había dejado otra linterna. Encontré un lío de ropa, barras de granola, una botella de agua, una manta, un cuchillo y una cuerda.

Sin linternas extra.

¿Eran las barras de granola todo lo que había estado comiendo? Aydin no había mencionado que faltara nada en la cocina, pero Alex era hábil.

Esperaba que estuviera tomando una mejor comida mientras todos dormían.

Tenía que haber salido de sus escondites para ir al baño, al menos.

Moví mi mano por el interior de la bolsa, buscando el teléfono satelital, pero no hubo suerte. ¿Lo había escondido en alguna parte?

Al cerrar la bolsa de lona, comencé a recorrer el túnel sin una linterna y sin tener ni idea de a dónde había ido. Los túneles probablemente cubrían cada piso, y ella había tenido días para explorar. Ni siquiera sabía dónde estaba la habitación de Will.

Corrí por el pasillo oculto, el aroma de la tierra y el mar rodeándome como si estuviera en lo profundo de una cueva, y el eco de la cascada afuera resonando a mi alrededor.

Débiles rayos de luz fluían en el oscuro corredor desde las habitaciones que pasaba, y rápidamente eché un vistazo en cada una para asegurarme de que Alex y Will no estuvieran allí.

Al llegar al final del pasillo, vi que el túnel continuaba a mi izquierda, y luego miré hacia adelante, viendo la escalera que bajaba.

Will se bañaba en la piscina cubierta. Después del invernadero, podría haber ido allí.

Bajé la escalera, sintiéndola crujir bajo mi peso e instantáneamente reconocí el mismo sonido del otro día. En las paredes del pasillo que llevaba a la piscina.

Alex había estado justo a mi lado y no la había visto. Debería haberse mostrado. ¿Qué demonios estaba pensando?

Sacudí la cabeza, reprimiendo la ira otra vez mientras astillas de madera pinchaban mis palmas. Bajé, trotando inmediatamente por el pasillo.

Paneles y puertas aparecían aquí y allá, delineando las entradas a varias habitaciones, y realmente esperaba que nadie más supiera sobre esto porque había mucho espacio para esconderse y observar, y si necesitaba un atajo para llegar a algún lugar rápido, esto era perfecto.

Sin embargo, no me haría ilusiones. Aydin era inteligente y había pasado aquí más de dos años. Si aún no había encontrado esto, me sorprendería.

Pasé el gimnasio, preguntándome cuánto tiempo más estarían cazando los chicos y dónde estaría Aydin. Todavía tenía que verlo.

Un ruido sordo se oyó en algún lugar cercano,

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